Desde la pandemia del COVID-19, muchos modelos de negocio han cambiado perpetuamente. Más que antes, las empresas, los emprendedores de todo tipo, y también los artistas de diversos sectores se modularon para pasar al plano digital, para participar o formar parte de una sociedad que demandaba ese cambio.

Una vez más podemos visualizar la creación de tokens como una de las herramientas más capaces de llevar cualquier modelo de negocio al plano digital de una forma más segura y transparente. William Mougayar, el autor del libro 'The business blockchain', define los tokens como una unidad de valor que una organización crea para gobernar su modelo de negocio y dar más poder a sus usuarios para interactuar con sus productos a la vez que facilita la distribución y reparto de beneficios entre todos sus accionistas

Ahora bien, sabemos que los tokens son una herramienta para la digitalización, pero ¿realmente benefician a quienes los compran o sólo a los creadores de los tokens? Profundicemos un poco más en los beneficios para los aficionados y los creadores.

¿Pueden los tokens beneficiar a los artistas?

          La respuesta corta y sencilla es: sí. Un token o moneda digital personalizada tiene la capacidad de dar más control a sus creadores para que lo utilicen de diferentes maneras. Ya sea para recibir o pagar un trabajo o para compartir contenido exclusivo como incentivo. También puede funcionar como una puerta de acceso a servicios extra o a una mejor experiencia de usuario. Un token puede funcionar y tener tantas características como la persona que lo crea decida, y como ahora mismo están en pleno desarrollo, realmente no hay limitaciones a lo que se podría conseguir con ellos.

Cualquiera que busque desarrollar su proyecto artístico, ya sea como músico solista, una banda, un actor, animador, comediante o influencer, sabe que es fundamental contar con las personas adecuadas en su equipo para triunfar en la industria y destacar en el ámbito artístico en medio de una feroz competencia.

La figura del "manager", ha tendido a ser considerada como una de las personas más importantes en el desarrollo de una actividad artística, ya que son los encargados de hablar por el artista ante el mundo, de tomar las decisiones de negocio de un artista, e incluso muchas veces las decisiones sobre sus procesos creativos. Incluso se acostumbra a considerar que la elección de un buen mánager puede ser determinante para llevar su carrera al éxito.

Sin embargo, debido a estas libertades y al mayor control que pueden proporcionar los tokens, y gracias a las plataformas que permiten la interacción directa con los seguidores, las empresas que antes prestaban servicios como intermediarios se ven obligadas a ofrecer servicios más excelentes y un valor extra para poder competir con esta tecnología.

¿Pueden los tokens beneficiar a los aficionados?

          Dado que los tokens son una herramienta de conexión entre artistas y creadores, los tokens pueden beneficiar a los fans de múltiples maneras. Una de las mejores y más interesantes es que a través de los tokens los fans pueden tener un acceso más directo e incluso personalizado a los contenidos que crean sus artistas. Ya no es necesario acudir a tiendas de segunda mano, a veces un poco dudosas para conseguir una discografía original firmada o productos de su marca favorita. Un fan puede ir a la tienda de su artista favorito y recibir directamente material certificado a través de la tecnología blockchain, pagando con criptocurrencias.

Por supuesto, los tokens también hacen posible que los fans estén seguros de que son benefactores y partidarios directos de su artista favorito porque les están pagando directamente y no a terceros intermediarios.

Los tokens admiten múltiples capas de valor dentro de ellos, por lo que depende del diseñador lo que un token en particular tiene dentro, significa que el contenido que se puede compartir a través de ellos es múltiple también: servicios y productos como entradas para un concierto, un libro original con una firma, una pintura, un mensaje grabado y más. Todos ellos especiales y valiosos.

Mary Schwartz